lunes, 31 de octubre de 2011

El Milagro

“Todos conocen esta palabra, muchos conocen su significado pero pocos hacemos un cambio radical en nuestras vidas al experimentar un hecho como este.”

Era una mañana tranquila donde un sueño compartido por muchos nos dejo un silencio desconocido, un susurro, una palabra al viento, un dilema, es así que una llamada llego, el cual irrumpió en mi concentrado mundo del desarrollo y vi mi vida pasar como si mi vida fuera la que se perdía.

Una dolencia en el pecho estrujo mi corazón, tal así que lo sentí sangrar, esas lagrimas del alma que hoy a duras penas se habían desaparecido por ese gran dolor que días después de 1 año había decido dejar de lado, esta noticia me dejo frio y llore, el miedo crecía y mi fe se hacía grande como mi amor por él.
Fue un camino largo, una espera de la cual no encontraba fin, sentía que me ahogaba y que el sol era un espejismo pues mi gran luz perdía su resplandor y no sabía qué hacer, me decía una vez más, no sé qué hacer.
No hay explicación alguna para expresar el dolor que se siente pues se confunde con el miedo de no saber cómo vivir esta vida sin ti, sin tus consejos que a veces a duras penas quiero escuchar pero que terminan llenando mi vida por esos consejos que perdí ya hace un año, de algo si estoy seguro y es que si puedo expresarte ahora y en adelante todo el gran amor que te tengo, que les tengo; son y serán el alimento para mi alma pues es la única que me mantiene aquí.
Doy gracias a Dios todos los días por hacerme participe de este milagro y a mi madre decirle que nos siga cuidando tanto como lo hacía en vida.

Esta nueva vida no solo es para mi hermano, si no, para todos. Dios nos bendiga Pelao.